Casa ordenada, cabeza amueblada

¿Existe relación entre el orden en casa y el bienestar emocional?, ¿es cierto que si ordeno mi casa ordenaré mi vida?

 

Partiendo de la base de que nuestra casa es nuestro refugio, el lugar donde se supone que te sientes acogido/a, a gusto, en paz, parece lógico pensar que tenemos que sentir nuestra casa como nuestro hogar (lo cual implica todas esas emociones placenteras). Quizás por este motivo los japoneses son los pioneros en estudiar qué tienen en común el orden y la armonía en casa con el bienestar emocional. Todos sabemos que viven en pisos minúsculos, rozando lo claustrofóbico y muchas veces carentes de luz natural, y también sabemos que el nivel de estrés y malestar emocional en el país nipón es más que alarmante.

 

Por ese motivo hay cada vez más autores de ese país que recomiendan decorar, ordenar y limpiar la casa con técnicas Feng Shui, centradas en aportar energía positiva cuando se está en casa. Pero además de esta técnica, últimamente se está poniendo de moda el Método Dan-Sha-Ri, basado en conocerse a uno mismo a través del orden de casa: del apego por las cosas innecesarias, cómo deshacerse de ellas y trabajar el deseo por conseguir más cosas que no necesitamos.

 

Pero ahora centrémonos en la realidad occidental. La mayoría de europeos trabajamos muchas horas y el resto del día lo dedicamos a otras obligaciones: cuidar de los hijos, preparar la cena, higiene personal, e higiene en casa (lo imprescindible). El resultado es que generalmente tenemos poco tiempo para pensar en si la distribución de los muebles es la acertada, para ordenar los botes y ollas de la cocina o para poner una decoración que inspire calma y paz al llegar a casa.

El orden en casa afecta al bienestar emocional

¿Cómo afecta el orden a nuestro bienestar emocional?

Como he comentado antes, la casa es nuestro nido, donde nos sentimos protegidos. Si al llegar a casa te agobias porque ves la ropa en el tendedero, la mesa llena de trastos, los platos sin lavar y así no puedes cocinar ni hacer nada a gusto… el resultado es un desajuste emocional que seguramente se acumula al estrés que has sufrido a lo largo del día. Por tanto, entramos en un bucle difícil de salir: me estreso por el día que llevo y deseo llegar a casa pero cuando llego a casa me estreso más porque veo mil cosas por hacer, y entonces no hago nada porque son tantas las cosas que tengo pendientes que me abrumo, así que me siento frustrado/a, cansado/a, agobiado/a, ansioso/a y tremendamente incómodo/a, por lo que acumularé estrés para el día siguiente cuando vaya  a trabajar. Y así día tras día.

 

Y lo mismo pasa cuando es a la inversa, es decir, cuando alguien está deprimido o no está pasando por un buen momento en la vida, la casa se ve resentida. Son muchos los casos que atiendo en terapia de personas que me expresan que antes de estar mal tenían la casa ordenada y limpia pero desde que están deprimidos o preocupados no limpian ni ordenan y se sienten inútiles por no hacer nada para cambiarlo.

 

Es decir, tanto monta, monta tanto. Si tengo la casa desordenada y sucia genero malestar emocional, pero si me siento mal conmigo/a mismo/a, no limpio ni ordeno y genero malestar emocional.

¿Qué puedo hacer para generar bienestar emocional?

 

  • Dedicar tiempo a aplicar las técnicas Dan-Sha-Ri: Nunca encontramos el momento de hacerlo, pero de vez en cuando es importante darle un repaso a los armarios y desechar todo aquello que no utilizamos y tenemos acumulado de forma innecesaria (a veces hay que luchar contra un apego que nos impide tirar algo que no utilizamos y sabemos que no lo haremos más). Hacer este trabajo de tirar lo que no sirve y ordenar lo que se tiene genera una sensación de liberación emocional que provoca un gran bienestar emocional. Pero eso no es suficiente si luego se siguen acumulando cosas innecesarias. Así que antes de comprar algo, primero piensa la utilidad que le vas a dar a ese objeto.

 

  • Mantén el orden el máximo tiempo posible: Hay gente que se pasa el día entero ordenando un armario y tarda tan sólo cinco minutos en volver a desordenarlo. Si hacemos esto, el esfuerzo realizado es en vano. Es como si pasas todo un mes haciendo una dieta muy restrictiva y el fin de semana haces un atracón de órdago. Es necesario intentar mantener el orden en la medida que sea posible. Evidentemente cuando hay niños en casa es más complicado, pero inculcarles el valor del orden desde pequeños es algo importante para que de mayores no tengan el mismo problema con el que nos encontramos nosotros.

 

  • Haz que la decoración sea harmónica: Las casas con muchos objetos, recargadas y con colores intensos generan malestar y ruido emocional. Utiliza colores suaves, una decoración sutil y no sobrecargues los espacios. Si tu casa es pequeña utiliza espejos que hagan el efecto óptico de amplitud y muebles pequeños que no quiten metros a las estancias. Ilumina la casa y usa bombillas que den calidez y añade plantas (preferiblemente naturales) ya que dan un toque de frescor y pureza al hogar. Hay miles de páginas que te pueden ayudar a aprovechar el espacio y a decorar la casa de forma que sea Zen.

 

  • Ventila y mantén la higiene del hogar: Además del orden es necesario un mínimo de higiene. La ventilación diaria es necesaria para que el ambiente no esté cargado. Un aire limpio y fresco provoca sensaciones placenteras. Del mismo modo, trata de mantener la higiene para sentir que estás cumpliendo con tus obligaciones, ya que eso acaba produciendo bienestar emocional (aunque en un primer momento parezca que hacer estas tareas es un incordio).

 

  • Haz de tu casa un hogar: Sobre todo si la casa es de alquiler y viene con los muebles, intenta que la decoración sea a tu gusto, pon cosas que te hagan sentir en casa o haz alguna manualidad que ayude a sentir que ese es tu espacio. De lo contrario te sentirás como un/a intruso/a en tu propia casa, ya que no lo vives como algo tuyo. Además, busca la manera de disfrutar de la comodidad de tu hogar, dedica tiempo a descansar, disfrutar de tu sofá y haz que sea tu refugio.

 

Me gustaría acabar comentando que todos los extremos son indeseables. Hay que tratar de mantener el orden y la higiene en casa pero no hay que obsesionarse con ello, ya que eso acaba produciendo también malestar o incluso algún trastorno como el Obsesivo-Compulsivo. Observa si le dedicas demasiado tiempo a la semana a estas tareas y poco a disfrutar de tu ocio, ya que quizás tienes que buscar una solución al problema o delegar algunas funciones a otras personas.

 

Encarni Muñoz Silva

Psicóloga sanitaria, colegiada nº16918

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